sábado, 28 de mayo de 2011

Hablo o no Hablo? El poder de la lengua !!

Estoy seguro que todos en este mundo y en todos los tiempos nos hemos hecho más de una vez esta pregunta: "hablo o no hablo?" y es que en toda circunstancia, con la familia, en el trabajo, en la calle, para opinar o para reclamar o para dejar salir quizás el coraje que tenemos adentro..no importa el porque, pero lo que hablamos termina siendo tan importante que después de haberlo hecho o, nos sentimos alegres, o tristes, o temerosos o desahogados y lo que dijimos pudo hasta cambiar nuestra vida o la de alguien más para bien o para mal.
Quizás sin darnos cuenta en estos tiempos nos olvidamos de lo importante que es lo que decimos o no decimos, lo hacemos muy a la ligera y de esto quiero comentar esta ocasión: La Palabra.
Aunque son miles las circunstancias diferentes para razonar en lo que es la palabra hoy quiero verlo de dos maneras: La Palabra de Dios y la palabra del hombre.
La Palabra de Dios.
Cuando escuchas esta frase inmediatamente pensamos en la Biblia (la palabra de Dios escrita por más de 40 hombres inspirados por el Espíritu Santo en el transcurso de 1500 años aprox) pero por un momento te pido que nos enfoquemos a la palabra de Dios literalmente hablando; creo que no hay cosa mas maravillosa y sorprendente que el capitulo 1 del génesis, ahi podemos leer que Dios creó los cielos y la tierra! Aleluya! y dos cosas que me impactan de esta primer parte de la historia de la humanidad  son:
1.- CREO....Cuando analizamos la palabra "creó" y que en el original se traduce como "BARA" significa "crear de la nada" sí !! no necesito de ningun tipo de material ni de nada que existiera, de lo que no es, de la nada, de ahi creó!! impactante no? solo Dios cuenta con este atributo, El puede crear de la nada.
2.- DIJO.... Ahora la segunda cosa aquí no menos impactante es la omnipotencia de Dios que crea con su sola palabra; es lo que indica el estribillo que se va repitiendo: «Dijo Dios... y así fue» Es una palabra eficaz, omnipotente, creadora. Dios no crea con esfuerzo; basta su sola palabra para que todo venga a la existencia. Como leemos en el Salmo 33: «El lo dijo y existió, él lo mandó y surgió» (v. 49).
Esto es un tema muy extenso porque también abundan aquí la hermosura, la perfección, el poder, la misericordia, la santidad, la provisión, entre muchas características divinas de nuestro Padre Celestial pero seguiremos centrando nuestra atención el la importancia de la palabra. Dios "DIJO" y fue hecho, su palabra tiene poder, El dice y se hace y lo vemos probado a través de toda la palabra (la biblia) y comprobado también en nuestras vidas.
La palabra de Dios tiene que ver con toda la existencia y es tan importante y necesaria que El Señor nos la ha legado escrita a través de  la Biblia para que sepamos la respuesta a todo y en todo. La palabra nos guia Salmo 119:105, la palabra nos da vida Mateo 4:4; Juan 5:24 , la palabra nos santifica Juan 17:17, la palabra es para siempre Lucas 21:33, y debe estar y permanecer en nuestra vida,  la biblia dice así: " Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. (Deu 6:6-9 RRV) así que si decimos que tenemos una relación con Dios es porque vivimos y hacemos TODA su palabra y para vivirla y hacerla necesitamos conocerla. No por nada es el libro por muchos años mas vendido en el mundo y estoy seguro que lo será por siempre hasta el fin.
Vemos que la palabra de Dios es tan importante que si no la tuvieramos no tendríamos vida ni esperanza, viviríamos en tinieblas y en muerte.
La palabra del hombre.
La biblia y la experiencia nos dejan ver que también es trascendental lo que el hombre dice, aún la misma historia se ha visto afectada por lo que alguien dijo o no dijo, pero desgraciadamente por nuestra humanidad prolifera el mal uso de la palabra y de ahí que el mundo se inunde de guerra, de violencia, de venganzas, aun en las familias los asesinatos, los divorcios, las divisiones y separaciones, todo porque hablamos demás y decimos lo que no se debe decir. Con nuestras palabras podemos dar vida o podemos matar; podemos animar o hacer que por muchos días alguien este totalmente deprimido; con una mala palabra podemos herir a veces a nuestro mejor amigo de tal manera que la amistad desaparece y no vuelve mas; y cuantas veces hemos traicionado la confianza de alguien que en un cierto momento necesito confiarnos algo y en nuestra deslealtad fuimos y lo divulgamos a otros provocando rencillas entre personas y familias que antes vivían en amistad; y cuantas veces hemos ofendido a alguien solo por desquitar un coraje y a veces insultamos hasta a nuestros seres mas queridos; cuantas veces hemos mentido por evitar una consecuencia o una responsabilidad y en vez de dar la cara se nos hace mas fácil mentir.
Ahora también cuantas veces le dijimos a alguien que se veia bien y esto sirvió para que su estado de animo fuera excelente todo un día; cuantas veces dijimos "tu puedes" y basto decirlo para que el oyente se levantára y logrará lo que pensaba que no podría lograr; cuantas veces hemos contestado con amor alguna queja y con esto ganamos la paz y la confianza de uno o muchos.
Entonces podemos constar que lo que decimos es muy importante y de ahí que tengamos que refleccionar en cada palabra que sale de nuestra boca.
Asi mismo cuantos nos sentimos "justicieros" y creemos que diciendole sus "verdades" a las personas las vamos a cambiar o cuando nos armamos de valor y hablamos defendiendonos a nosotros mismos creyendo que se hará justicia a nuestro favor por no dejarnos.
Si tan solo dejaramos en las manos de Dios toda situación y obremos según su palabra y no según nuestra justicia creo que saldrían mejor las cosas.
La palabra de Dios define la lengua como un miembro pequeño que se jacta de grandes cosas, este miembro contamina todo el cuerpo; Santiago lo compara con el pequeño timón de un gran barco, y es verdad ya que bien conducido no solo controla la nave que puede ser de grandes dimensiones sino que tiene el poder de salir avante ante tormentas y vientos fuertes y olas gigantes. Así es la lengua pero tan difícil de dominar, tanto que dice Santiago que si alguien es capaz de no ofender con su lengua, éste ya es varón perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo. Te invito a leer la carta de Santiago en su capitulo 3, si puedes ahora mismo por favor.
También debemos recordar que por lo que hablemos daremos cuenta, en Mateo 12:36 dice que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el juicio. Por nuestras palabras seremos justificados o condenados. (vers 37) de toda palabra y ofensa a nuestro hermano seremos juzgados Mateo 5:22 el chisme separa a los amigos Proverbios 16:28 y si nuestras palabras traen tropiezo nos estamos condenando, vea Lucas 17:1-4 y volviendo a Mateo 12:36 los comentarios de Matthew Henry dicen así:

El idioma del hombre descubre de qué país procede, igualmente de qué clase de espíritu es. El corazón es la fuente, las palabras son los arroyos. Una fuente turbia y una corriente corrupta deben producir arroyos barrosos y desagradables. Nada sanará las aguas, sazonará el habla, ni purificará la comunicación corrupta sino la sal de la gracia, echada en la corriente. El hombre malo tiene un mal tesoro en su corazón, del cual el pecador saca las malas palabras y las malas acciones para deshonrar a Dios y herir al prójimo. Velemos continuamente sobre nosotros mismos para que podamos hablar palabras conformes al carácter cristiano.

En Lucas 6:45 dice: "de la abundancia del corazón habla la boca"

Asi Dios un día me pregunto: tu lengua:
es un mundo de maldad como dice en Santiago 3:6?
o has aprendido que tus palabras deben edificar y dan gracia al que te escucha?  Efesios 4:29

Desde ese día vivo el reto cada día de detener mis labios de hablar malas palabras y de usar mi boca para edificar a los que me oyen, y más a los de la familia.

Dios les bendiga.